Portada del nº 244 de ALBA y sede de la ONU.

Desde su llegada al poder en diciembre de 2005, no han sido ningún secreto laspolíticas de clara inspiración neomarxista de Evo Morales, así como su alineamiento con Chávez, Castro y otros líderes socialistas de Hispanoamérica. Pero a la inestabilidad jurídica y a las expropiaciones de empresas y propiedades, hay que sumar algo que quizás no resulte tan conocido: elafán del gobernante andino por erradicar el catolicismo de Bolivia para, en su lugar, imponer una recreación del culto a la Pachamama (la Madre Tierra) y a los dioses del panteón aymara y quechua.

La nueva Constitución boliviana, promulgada en febrero de 2009, es un buen ejemplo. En su preámbulo, podemos encontrar explícitas referencias al neopaganismo de raíz precolombina: “En tiempos inmemoriales se erigieron montañas, se desplazaron ríos, se formaron lagos. Nuestra Amazonia, nuestro chaco, nuestro altiplano y nuestros llanos y valles se cubrieron de verdores y flores. Poblamos esta sagrada Madre Tierra con rostros diferentes, y comprendimos desde entonces la pluralidad vigente de todas las cosas y nuestra diversidad como seres y culturas. Así conformamos nuestros pueblos, y jamás comprendimos el racismo hasta que lo sufrimos desde los funestos tiempos de la colonia(…)”.

Cristofobia

El conjunto del texto, tal y como ha indicado la Conferencia Episcopal Boliviana, se aleja ostensiblemente de los principios declarados como “no negociables” por Benedicto XVI, tanto en materia de libertad religiosa como de defensa de la familia y la vida. Se trata, en definitiva, de una campaña orquestada desde el MAS, el Movimiento al Socialismo, cuyo máximo dirigente es el propio Morales. Los métodos intimidatorios e incluso violentos a los que con frecuencia recurre dicho partido -los recientes insultos y el conato de agresión que Monseñor Tito Solari, arzobispo de Cochamamba, ha sufrido tras oficiar Misa en la catedral de su diócesis suponen un ejemplo del enrarecido clima que se está viviendo en Bolivia- suponen un motivo más de preocupación para los fieles cristianos del país andino.

*Más información en el número 244 del semanario ALBA, el viernes en su quiosco