Julio Alvarado: “Bolivia ya debe más de $us 16 mil millones”
EVALUACIÓN | EL ANALISTA CONSIDERA QUE EL GOBIERNO ENFRENTA UNA CRISIS ECONÓMICA CONTRAYENDO DEUDA, AGOTANDO RESERVAS E INCREMENTANDO EL DÉFICIT FISCAL. PIDE QUE SE ABRA EL DEBATE SOBRE LOS ALCANCES DE LA ECONOMÍA ILEGAL.
El economista Julio Alvarado no ahorra críticas a la política económica del Gobierno. Asegura que siguió los mismos pasos que la dictadura de Hugo Banzer e incluso que proporcionalmente los superó. En este diálogo con OH! remarca los riesgos de un excesivo endeudamiento y una grave dificultad para asumir medidas urgentes.
OH!: ¿Está Bolivia en crisis económica?
Tenemos los siguientes datos: ya vamos por el tercer año con déficit fiscal y que se va incrementando. En 2017 puede que lleguemos a un 8 o 10 por ciento de déficit fiscal, un indicador que ya debe preocupar mucho. Luego, nuestras exportaciones cayeron en más de una tercera parte, sea hidrocarburos, construcción, agricultura, minería, etc. Tercero, nuestras Reservas Internacionales Netas también cayeron en más de un tercio. Entonces, si todo eso va cayendo, ¿cómo es posible que la economía boliviana siga creciendo?
No hay explicación lógica. Las autoridades atribuyen el crecimiento a “la demanda interna”. Pero entonces hay que preguntarse: ¿qué sustenta la demanda interna? ¿De dónde viene ese dinero si los sectores están deprimidos, si se están contrayendo? Entonces, habrá que hablar de aquello de lo que no se ha querido hablar en estos años. Hagamos un estudio serio sobre la economía del circuito coca-cocaína para ver cuál es su peso. Porque si todo se cae y seguimos creciendo, entonces hay otros sectores que hacen que esta pérdida de los sectores formales no repercuta en la población. No solo ello, sino que además son sectores que tienen un peso específico muy fuerte y permiten que la economía nacional crezca.
OH!: ¿No entra en ese crecimiento la adquisición de deuda con la que acuñan esos bajones en las exportaciones y demás?
La deuda es otro de los escándalos de este Gobierno. Cuando Evo Morales asumió el poder, la deuda real del país era de 1.830 millones de dólares. En papeles la deuda era de 5.000 millones de dólares, pero en papeles, porque hasta el año 2005 ya se había negociado la condonación. Y nos condonaron alrededor de 3.100 millones de dólares. Pero en este momento, hemos pasado los 12 mil millones de dólares de deuda.
OH!: El Gobierno señala que son menos, algo así como 8.000 millones de dólares.
Es porque el Gobierno calcula como quiere. Nos dice: “Sólo tenemos 8.200 millones de deuda”. Evidentemente, pero ésa es sólo la deuda desembolsada, el dinero que ya nos han entregado. Pero hay que añadir todavía la deuda que no se les ha desembolsado. Eso ya está firmado, oleado y sacramentado y suma alrededor de 3.800 millones de dólares. Con eso superamos los 12 mil millones y todavía hay que sumarle la deuda interna, y entonces sobrepasamos los 16 mil millones de dólares. Ésa es la realidad, Bolivia ya debe más de 16 mil millones de dólares.
Por eso cuando dicen que nuestra economía está bien, uno se pregunta: ¿qué está bien? Si hay más deuda, más déficit, menos exportaciones y hasta nuestras importaciones han caído, entonces, ¿qué está bien? No hay lógica, salvo que estemos viviendo de la economía ilegal.
Es una deuda récord, la más alta de nuestra historia.
OH!: Entonces la relación deuda frente a Producto Interno Bruto (PIB) también ya constituye indicador de crisis, ¿no es así?
Claro, los organismos internacionales señalan que cuando la deuda supera al 50 por ciento del PIB ya hay que preocuparse. Si llegamos a los 16 mil millones de dólares, entonces hemos superado ya 50 por ciento de nuestro PIB.
Claro que alguien dirá que EEUU o Japón tienen deudas superiores al 50 por ciento de su PIB o mucho más, pero son potencias donde todo el mundo quiere ir a invertir. En cambio nadie se está peleando precisamente por venir a invertir a Bolivia, ni mucho menos.
OH!: Y en ese escenario de deterioro marcado, ¿se puede prever cuándo se vendría un colapso si no se corrige el rumbo de la economía boliviana?
Es, por ahora, muy difícil. Actualmente tenemos cerca de 9.500 millones de reservas internacionales que el Gobierno seguramente se las va a gastar para que no sintamos la crisis. Ahora no se siente la crisis porque el Gobierno está metiendo dinero en base al endeudamiento y las reservas. Es una de las formas con las que está amortiguando, forma que, eso sí, no alcanza para el crecimiento.
Todo dependerá de los precios del petróleo, de los minerales, de la soya y también de la lucha contra el narcotráfico en América Latina. De hecho, los países vecinos, Brasil, Perú, Argentina, Chile, están muy preocupados con el tema narcotráfico y el papel que está jugando Bolivia en ese escenario. Pero en suma, de esos factores dependerá cuán rápido el Gobierno gasta las reservas, nos endeuda más. De eso dependerá cuándo el ciudadano empiece a sentir la crisis, aunque algunos sectores ya la están sintiendo.
OH!: El Gobierno ha proyectado como alternativas de ingresos los proyectos hidroeléctricos para exportar energía y la explotación del litio. ¿Cree que eso amortiguará el bajón en algún momento?
En el litio ya se han gastado más de 800 millones de dólares y hasta ahora no hay ningún resultado, es una inversión perdida. Luego, se habla de proyectos y más proyectos, por ejemplo en las hidroeléctricas. Pero vemos que hasta las empresas constructoras se están escapando, como en el caso de Miguillas.
Decir que se invertirá 5.000 u 8.000 millones de dólares no se ha reflejado en mejores ingresos. El caso de la planta de urea y amoniaco, se dice que se concluirá este año, pero no se ha construido el tren para transportarla. ¿Entonces en qué la sacarán? ¿En burros?
¿Hay mercados para esa producción? Y, peor aún, ¿tenemos gas para alimentar esa planta? ¿Siquiera se ha construido un gasoducto que llegue a la planta?
OH!: Pero ya se ha firmado acuerdos con algunos estados brasileños para la venta de combustibles y urea.
Son simplemente cartas de buenas intenciones, no son negocios reales consumados.
OH!: ¿Qué medidas considera que se deben asumir para frenar este bajón económico?
El que el Gobierno ya haya lanzado un plan de generación de empleos demuestra que ellos se dieron cuenta de la gravedad de la situación. Pero hacen falta otras medidas que técnicamente son fáciles de aplicar, pero el riesgo serían sus impactos sociales. Por ejemplo, variar el tipo de cambio ya es una necesidad. Pero para una medida así el ciudadano tendría que tener confianza en sus autoridades y en sus políticas.
En esos casos se puede tomar muchas medidas importantes. La gente sabe que, aunque las medidas sean duras, se las están tomando responsablemente. Pero en Bolivia nos han faltado demasiadas veces a la verdad. Recuerde que, en este tiempo nomás, nos dijeron que estábamos blindados, que nuestra economía estaba blindada y no iba a sufrir nada. Entonces la gente no confía en las autoridades. Hay que devaluar, ¿pero será factible? Se ha acostumbrado a los ciudadanos durante 6 años a que el tipo de cambio es inamovible. No sabemos qué tipo de reacción podría crear la devaluación de apenas un punto.
OH!: ¿Cómo están respondiendo al escenario de crisis global los países vecinos?
Bueno, todos los vecinos ya han devaluado sus monedas. La llegada de Donald Trump al poder ha fortalecido al dólar, está cada día más fuerte. Entonces los países vecinos decidieron devaluar sus monedas. Eso nos afecta porque sus productos empezaron a ingresar a Bolivia y a afectar a nuestros productores. Por ejemplo, el azúcar argentina y brasileña ingresa y hasta la están embolsando en sacos que tienen marcas locales. Eso al margen de la terrible competencia del contrabando en general.
Los vecinos también empezaron a reducir sus gastos, algo que acá no pasa, sino incluso todo lo contrario. Se está echando más dinero al mercado, ¿y con qué respaldo? Es una política muy peligrosa porque aumentan el déficit, disminuyen las reservas e incrementan la deuda. En ese marco, la pregunta es: ¿hasta cuándo podremos aguantar?
OH!: Hay quienes aseguran que la situación se parece a la que asumió el primer gobierno de Hugo Banzer, ¿está de acuerdo con ellos?
La política de Banzer fue replicada por el gobierno de Evo Morales: altos precios de materias primas, despilfarro y endeudamiento externo exagerado. Y eso que la proporción de endeudamiento de Banzer fue cuatro veces más sobre lo recibido, de 1.500 a 4.500 millones de dólares. El actual gobierno ya nos endeudó más de seis veces, de 2.000 a 12.000 millones. Y eso tendremos que pagarlo en algún momento.
Perfil
Julio Alvarado
Julio Alvarado estudió en la desaparecida República Democrática de Alemania. Allí obtuvo su licenciatura y maestría en economía política. Ejerce y ha ejercido la cátedra universitaria en universidades como la Mayor de San Andrés, Católica, Univalle y René Moreno, tanto en pregrado como en postgrado. También fue funcionario del servicio diplomático durante más de 20 años.
El economista Julio Alvarado no ahorra críticas a la política económica del Gobierno. Asegura que siguió los mismos pasos que la dictadura de Hugo Banzer e incluso que proporcionalmente los superó. En este diálogo con OH! remarca los riesgos de un excesivo endeudamiento y una grave dificultad para asumir medidas urgentes.
OH!: ¿Está Bolivia en crisis económica?
Tenemos los siguientes datos: ya vamos por el tercer año con déficit fiscal y que se va incrementando. En 2017 puede que lleguemos a un 8 o 10 por ciento de déficit fiscal, un indicador que ya debe preocupar mucho. Luego, nuestras exportaciones cayeron en más de una tercera parte, sea hidrocarburos, construcción, agricultura, minería, etc. Tercero, nuestras Reservas Internacionales Netas también cayeron en más de un tercio. Entonces, si todo eso va cayendo, ¿cómo es posible que la economía boliviana siga creciendo?
No hay explicación lógica. Las autoridades atribuyen el crecimiento a “la demanda interna”. Pero entonces hay que preguntarse: ¿qué sustenta la demanda interna? ¿De dónde viene ese dinero si los sectores están deprimidos, si se están contrayendo? Entonces, habrá que hablar de aquello de lo que no se ha querido hablar en estos años. Hagamos un estudio serio sobre la economía del circuito coca-cocaína para ver cuál es su peso. Porque si todo se cae y seguimos creciendo, entonces hay otros sectores que hacen que esta pérdida de los sectores formales no repercuta en la población. No solo ello, sino que además son sectores que tienen un peso específico muy fuerte y permiten que la economía nacional crezca.
OH!: ¿No entra en ese crecimiento la adquisición de deuda con la que acuñan esos bajones en las exportaciones y demás?
La deuda es otro de los escándalos de este Gobierno. Cuando Evo Morales asumió el poder, la deuda real del país era de 1.830 millones de dólares. En papeles la deuda era de 5.000 millones de dólares, pero en papeles, porque hasta el año 2005 ya se había negociado la condonación. Y nos condonaron alrededor de 3.100 millones de dólares. Pero en este momento, hemos pasado los 12 mil millones de dólares de deuda.
OH!: El Gobierno señala que son menos, algo así como 8.000 millones de dólares.
Es porque el Gobierno calcula como quiere. Nos dice: “Sólo tenemos 8.200 millones de deuda”. Evidentemente, pero ésa es sólo la deuda desembolsada, el dinero que ya nos han entregado. Pero hay que añadir todavía la deuda que no se les ha desembolsado. Eso ya está firmado, oleado y sacramentado y suma alrededor de 3.800 millones de dólares. Con eso superamos los 12 mil millones y todavía hay que sumarle la deuda interna, y entonces sobrepasamos los 16 mil millones de dólares. Ésa es la realidad, Bolivia ya debe más de 16 mil millones de dólares.
Por eso cuando dicen que nuestra economía está bien, uno se pregunta: ¿qué está bien? Si hay más deuda, más déficit, menos exportaciones y hasta nuestras importaciones han caído, entonces, ¿qué está bien? No hay lógica, salvo que estemos viviendo de la economía ilegal.
Es una deuda récord, la más alta de nuestra historia.
OH!: Entonces la relación deuda frente a Producto Interno Bruto (PIB) también ya constituye indicador de crisis, ¿no es así?
Claro, los organismos internacionales señalan que cuando la deuda supera al 50 por ciento del PIB ya hay que preocuparse. Si llegamos a los 16 mil millones de dólares, entonces hemos superado ya 50 por ciento de nuestro PIB.
Claro que alguien dirá que EEUU o Japón tienen deudas superiores al 50 por ciento de su PIB o mucho más, pero son potencias donde todo el mundo quiere ir a invertir. En cambio nadie se está peleando precisamente por venir a invertir a Bolivia, ni mucho menos.
OH!: Y en ese escenario de deterioro marcado, ¿se puede prever cuándo se vendría un colapso si no se corrige el rumbo de la economía boliviana?
Es, por ahora, muy difícil. Actualmente tenemos cerca de 9.500 millones de reservas internacionales que el Gobierno seguramente se las va a gastar para que no sintamos la crisis. Ahora no se siente la crisis porque el Gobierno está metiendo dinero en base al endeudamiento y las reservas. Es una de las formas con las que está amortiguando, forma que, eso sí, no alcanza para el crecimiento.
Todo dependerá de los precios del petróleo, de los minerales, de la soya y también de la lucha contra el narcotráfico en América Latina. De hecho, los países vecinos, Brasil, Perú, Argentina, Chile, están muy preocupados con el tema narcotráfico y el papel que está jugando Bolivia en ese escenario. Pero en suma, de esos factores dependerá cuán rápido el Gobierno gasta las reservas, nos endeuda más. De eso dependerá cuándo el ciudadano empiece a sentir la crisis, aunque algunos sectores ya la están sintiendo.
OH!: El Gobierno ha proyectado como alternativas de ingresos los proyectos hidroeléctricos para exportar energía y la explotación del litio. ¿Cree que eso amortiguará el bajón en algún momento?
En el litio ya se han gastado más de 800 millones de dólares y hasta ahora no hay ningún resultado, es una inversión perdida. Luego, se habla de proyectos y más proyectos, por ejemplo en las hidroeléctricas. Pero vemos que hasta las empresas constructoras se están escapando, como en el caso de Miguillas.
Decir que se invertirá 5.000 u 8.000 millones de dólares no se ha reflejado en mejores ingresos. El caso de la planta de urea y amoniaco, se dice que se concluirá este año, pero no se ha construido el tren para transportarla. ¿Entonces en qué la sacarán? ¿En burros?
¿Hay mercados para esa producción? Y, peor aún, ¿tenemos gas para alimentar esa planta? ¿Siquiera se ha construido un gasoducto que llegue a la planta?
OH!: Pero ya se ha firmado acuerdos con algunos estados brasileños para la venta de combustibles y urea.
Son simplemente cartas de buenas intenciones, no son negocios reales consumados.
OH!: ¿Qué medidas considera que se deben asumir para frenar este bajón económico?
El que el Gobierno ya haya lanzado un plan de generación de empleos demuestra que ellos se dieron cuenta de la gravedad de la situación. Pero hacen falta otras medidas que técnicamente son fáciles de aplicar, pero el riesgo serían sus impactos sociales. Por ejemplo, variar el tipo de cambio ya es una necesidad. Pero para una medida así el ciudadano tendría que tener confianza en sus autoridades y en sus políticas.
En esos casos se puede tomar muchas medidas importantes. La gente sabe que, aunque las medidas sean duras, se las están tomando responsablemente. Pero en Bolivia nos han faltado demasiadas veces a la verdad. Recuerde que, en este tiempo nomás, nos dijeron que estábamos blindados, que nuestra economía estaba blindada y no iba a sufrir nada. Entonces la gente no confía en las autoridades. Hay que devaluar, ¿pero será factible? Se ha acostumbrado a los ciudadanos durante 6 años a que el tipo de cambio es inamovible. No sabemos qué tipo de reacción podría crear la devaluación de apenas un punto.
OH!: ¿Cómo están respondiendo al escenario de crisis global los países vecinos?
Bueno, todos los vecinos ya han devaluado sus monedas. La llegada de Donald Trump al poder ha fortalecido al dólar, está cada día más fuerte. Entonces los países vecinos decidieron devaluar sus monedas. Eso nos afecta porque sus productos empezaron a ingresar a Bolivia y a afectar a nuestros productores. Por ejemplo, el azúcar argentina y brasileña ingresa y hasta la están embolsando en sacos que tienen marcas locales. Eso al margen de la terrible competencia del contrabando en general.
Los vecinos también empezaron a reducir sus gastos, algo que acá no pasa, sino incluso todo lo contrario. Se está echando más dinero al mercado, ¿y con qué respaldo? Es una política muy peligrosa porque aumentan el déficit, disminuyen las reservas e incrementan la deuda. En ese marco, la pregunta es: ¿hasta cuándo podremos aguantar?
OH!: Hay quienes aseguran que la situación se parece a la que asumió el primer gobierno de Hugo Banzer, ¿está de acuerdo con ellos?
La política de Banzer fue replicada por el gobierno de Evo Morales: altos precios de materias primas, despilfarro y endeudamiento externo exagerado. Y eso que la proporción de endeudamiento de Banzer fue cuatro veces más sobre lo recibido, de 1.500 a 4.500 millones de dólares. El actual gobierno ya nos endeudó más de seis veces, de 2.000 a 12.000 millones. Y eso tendremos que pagarlo en algún momento.
Perfil
Julio Alvarado
Julio Alvarado estudió en la desaparecida República Democrática de Alemania. Allí obtuvo su licenciatura y maestría en economía política. Ejerce y ha ejercido la cátedra universitaria en universidades como la Mayor de San Andrés, Católica, Univalle y René Moreno, tanto en pregrado como en postgrado. También fue funcionario del servicio diplomático durante más de 20 años.
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