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jueves, 18 de octubre de 2012

los dos octubres. el de Siles que retornó la Democracia a Bolivia el de Evo que liquidó la Democracia porque lo de hoy es oclocracia, extender y proteger la coca y derivados, qye abjura de la ley, es solo una forma de gobierno de la muchedumbre, una degeneración. Dante Pino lo rubrica.

La paradoja de la historia: en octubre Hernán Siles Suazo recupero la democracia de las dictaduras militares y este mismo mes fue testigo de la ruptura del orden constitucional promovido por las oscuras sobras del narcotráfico.  Lo de Siles Suazo inauguraba el proceso democrático en Bolivia, lo de Evo Morales acababa con ese proceso e inauguraba los tiempos de cambio. 

Son dos caminos distintos. El primero tuvo la grandeza de renunciar a su mandato para conservar las libertades que la democracia defiende. Porque la democracia no es solo el voto en las urnas, es libertad, tolerancia, institucionalidad, Estado de Derecho, donde la ley es la base del orden social y estas libertades, así comprendió Siles Suazo, valen más que un año de gobierno. El segundo no quiere dejar el gobierno, y para ello, está dispuesto a violar la ley, vulnerar la Constitución Política que juró respetar y cumplir, le importa poco el cumplimiento de la ley (le mete nomás) y la intolerancia es su signo con el opositor al que busca destruir jurídica y físicamente.

No se puede decir que estamos viviendo la misma democracia o su continuidad. No estoy de acuerdo. Un sistema basado en el voto para perpetuar el gobierno de unos pocos, no es democracia, un sistema que abjura de la ley y que hace del capricho del Presidente la ley no es democracia, un proceso en el cual las instituciones son meros apéndices del Poder Ejecutivo, no es democracia, un Estado que decide tener ciudadanos de primera y de segunda no es democracia, es pura oclocracia, es solo una forma de gobierno de la muchedumbre y para la muchedumbre, es una degeneración de la democracia.

Por eso este 17 de octubre nos retrotrae a tiempos en los cuales la única obligación que teníamos era recuperarla.

Al igual que las dictaduras militares, el gobierno actual, busca culpables a su propia responsabilidad, al igual que ellos exilia, persigue, elimina a los que piensan distinto, usa del patrimonio nacional en favor de los amigos del Presidente, utiliza un lenguaje para la tribuna y otro en los escritorios del Palacio. 

Es tiempo de parar la ambición equivocada de unos pocos, que pretenden perpetuarse en el gobierno usando la ley cuando le conviene y renegando de ella cuando no es así.

Porque es tiempo de que el gobierno comience a explicar que ha hecho con los billones de dólares que ha recibido por las exportaciones de gas y minerales. Debe explicar la multiplicación del patrimonio personal de sus Ministros, el enriquecimiento de unos cuantos empresarios adscritos a este proceso de cambio. Mientras los campesinos siguen produciendo con la tecnología del medio evo, las ciudades se llenan de mendigos, los niños no tiene escuela y las familias no tienen un techo. 

No es poco lo que deben explicar y como no tienen argumentos para ello, la única manera de evitar dar esas explicaciones es prolongarse en el gobierno, tanta es la corrupción que se ha desatado en compras gubernamentales sin fiscalización y al amparo de decretos ilegales que solo de pensar en la abrir la caja de Pandora pierden la razón y atacan desesperados llevándose por delante la ley y a todo quien se ponga al frente.

El 17 de octubre del 2003 terminó la democracia y se inauguró la oclocracia, cuyo único objetivo para toda política práctica es extender y proteger a la coca y sus derivados.

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