No sabemos si los bolivianos y los cruceños en especial, nos hemos dado cuenta de que el Gobierno del Estado Plurinacional está a punto de enchufarnos una base militar de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), en Santa Cruz. Quiere decir que el gobierno masista se está asegurando por todas partes para que los cruceños nos comportemos muy bien, porque, además del “Protocolo Democrático” de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) suscrito en Georgetown, Guyana, nos están encajando una escuela de defensa para militares y civiles en nuestro territorio.
Según la agencia de noticias EFE, ya estaría elegido hasta el predio donde funcionará el instituto (algo así como la Escuela de las Américas que formaba militares latinoamericanos afines con la doctrina de Seguridad Nacional norteamericana), que ahora impondrán una doctrina militar elaborada por los países del ALBA, donde, a no dudar, dictarán cátedra los “demócratas” cubanos, venezolanos, nicaragüenses, y por supuesto, el renovado Ejército Nacional de Bolivia que ya se decantó como socialista, antiimperialista, y, sobre todo, “evista”. “Patria o muerte: venceremos”, retumbará, con acento caribeño por todo Santa Cruz.
Se está constituyendo, a no dudar, una internacional populista, donde gobiernos que no son tales, tampoco se atreven a evadirse del cerco. Chile, Colombia, Uruguay y hasta el propio Brasil, deben observar con cierto temor lo del “Protocolo Democrático” de Guyana, donde se establece que si existiera un intento de golpe de estado en cualquier nación de la UNASUR, las sanciones serían una inmediata limitación del comercio, cierre de fronteras y hasta suspensión de operaciones aéreas. Es decir que un nuevo “hondurazo” sería castigado mucho más drásticamente que la Cuba castrista. Curiosamente, los que exigen el levantamiento de sanciones a la Isla, quienes consideran el aislamiento cubano un crimen, suscriben un protocolo para estrangular a cualquier país “descarriado” ignorando olímpicamente la libre determinación frente a gobiernos ineptos y corruptos.
Son tan intrusos y alcahuetes los países que han suscrito el “Protocolo Democrático” que han apoyado el “masticado de coca” en Bolivia como algo tradicional y sagrado. Y son alcahuetes esos gobiernos porque el “masticado” no lo prohíbe nadie, ni lo censura nadie, sino el “aspirado” de la cocaína, producto de la coca. ¿Cómo naciones como Brasil y Chile, directos afectados con la droga, han podido firmar tal disparate sin aclararlo bien?
Pues la internacional populista en boga está haciendo lo que quiere y una de sus cédulas, el ALBA, nos encajará la tal escuela de defensa en Santa Cruz. Es decir que si los militares latinoamericanos acudían a Fort Gulik o a Panamá para aprender a matar comunistas, ahora nos llenaremos de cubanos, venezolanos, nicaragüenses y demás yerbas, para adiestrarlos aquí a deshacerse de los neoliberales. Mientras todos protestan escandalosamente contra las bases norteamericanas instaladas en Colombia, lo de las bases venezolanas y cubanas en Bolivia se calla. Malos vientos soplan en el Continente.