Durante los 90 viajes al exterior que realizó el presidente Evo Morales en cuatro años y medio de gobierno, delegó el mandato al vicepresidente Álvaro García Linera; de éstos, al menos 15 transcurrieron en medio de conflictos sociales.
El mes mayo, en lo que va de este año, fue el periodo en que más veces el Jefe de Estado abandonó el país en momentos críticos: protestas por el tema salarial; enfrentamientos por la instalación de una planta de cítricos en la zona yungueña de Caranavi, La Paz, que dejaron dos muertos; rechazo de tres regiones a la Ley de Transición para el Funcionamiento de Entidades Territoriales Autónomas y el linchamiento de cuatro policías en inmediaciones de la población potosina de Uncía.
En menos de 30 días, entre fines de abril y mayo pasados, con retornos de por medio, Morales viajó a Venezuela, Argentina, Estados Unidos, Italia, España, Noruega, Finlandia y Brasil.
En todas esas ocasiones el Gobierno quedó a cargo del vicepresidente, Álvaro García Linera, quien en el caso de Caranavi ordenó la intervención de la Policía para desbloquear la ruta a esa zona y acusó a la Embajada de Estados Unidos de estar detrás de las protestas que impulsaban los fabriles y los maestros paceños, a quienes tildó de “fascistas”.
El jefe de la bancada del opositor Plan Progreso para Bolivia-Convergencia Nacional (PPB-CN), Mauricio Muñoz, observó que el Mandatario opta por viajar y asistir a actos protocolares en el exterior cuando su Gobierno enfrenta conflictos; incluso lo comparó con el ex presidente Jaime Paz Zamora, quien en su gestión fue criticado por los viajes que realizaba.
En 2008, el 15 de mayo, dejó un diálogo en curso con los prefectos opositores de la llamada “media luna” —Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija— sobre las autonomías y se fue a Perú, a la V Cumbre de América Latina y el Caribe-Unión Europea (ALC-UE).
Ese mismo año, entre agosto y septiembre, lapso durante el cual el Gobierno enfrentó uno de los más duros conflictos políticos liderado por los sectores cívicos y prefecturales de las regiones mencionadas por la autonomía y los recursos del Impuesto Directo de los Hidrocarburos (IDH), entre otras demandas, el Mandatario dejó Bolivia en siete oportunidades.
El 15 de agosto, mientras se intentaba impulsar un diálogo con la oposición, se trasladó a Paraguay para presenciar la toma de mando de su homólogo Fernando Lugo. Diez días después, el 25 de agosto, estuvo en Honduras en oportunidad de la adhesión de esa nación al bloque Alternativa Bolivariana para los Pueblos (ALBA).
No obstante de que aún no se había superado el conflicto político en el país, el 28 de agosto realizó un periplo entre Libia e Irán hasta los primeros días de septiembre, previos a una escalada de violencia en Bolivia que incluyó la toma de instituciones estatales.
El 15 de septiembre, después de esos hechos violentos, partió a Chile a la reunión de Unasur, donde se trató la crisis política boliviana.
El 19 de septiembre, cuando se encaminaba un diálogo con el desaparecido Consejo Nacional Democrático (Conalde) viajó a Panamá para recibir la nominación de “doctor honoris causa”.
El 23 del mismo mes participó en la 63 Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en Estados Unidos en tanto que los sindicatos campesinos afines a su Gobierno cercaban la ciudad de Santa Cruz contra los prefectos opositores Rubén Costas (Santa Cruz), Mario Cossío (Tarija) y Ernesto Suárez (Beni) por su resistencia al referéndum constitucional.
A casi un año de su Gobierno, el 11 de enero de 2007, en Cochabamba, campesinos afines al oficialismo y grupos citadinos que apoyaban al ex prefecto Manfred Reyes Villa protagonizaron una jornada violenta con un saldo de tres muertos. Un día antes, el Jefe de Estado había abandonado el país para asistir a la asunción del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y tres días después, el 14 de enero, asistió en Ecuador a la investidura de Rafael Correa.
El 15 de abril de ese año participó en la primera Cumbre Energética Sudamericana en Venezuela dos días antes de que estallara el violento conflicto en el sur boliviano entre las provincias tarijeñas Gran Chaco y O’Connor por la jurisdicción del megacampo gasífero Margarita. Hubo un muerto y más de 20 heridos.
Finalmente, el 15 de junio de 2007 partió a Paraguay en campaña contra el veto a la altura mientras en el país las universidades públicas se movilizaban contra el control social a la autonomía universitaria que la Asamblea Constituyente intentó poner en vigencia.
Viajes y conflictos
11 de enero 2007, enfrentamientos en Cochabamba: el 10 viajó a Nicaragua para la asunción de Daniel Ortega; el 14, a Ecuador para la de Rafael Correa.
17 de abril 2007, conflicto entre las provincias Gran Chaco y O’Connor: el 15 se fue a Venezuela para la I Cumbre Energética Sudamericana.
15 de junio 2007, movilizaciones por la autonomía universitaria: se fue a Paraguay para hacer campaña contra el veto a la altura.
Entre agosto-septiembre 2008, escalada de violencia y estado de sitio en Pando: viajó a Paraguay, Honduras, Libia, Irán, Chile, Panamá y Estados Unidos.
15 de mayo 2008, conflicto con prefectos opositores: viajó a Chile para la Cumbre de los países de ALC-UE.
Mayo 2010, conflicto Caranavi y salario: viajó siete veces en menos de 30 días.
Opiniones
“Esto responde a una estrategia política del Gobierno y también responde a una especie de ejercicio de posiciones constitucionales, y un poco es la expresión del Estado Plurinacional. Es decir, como es una estrategia política con el fin de alejar al Presidente de una serie de conflictos para que no pierda popularidad, y el encarar los problemas lo hace el Vicepresidente; al asumir esa responsabilidad, el Vicepresidente está dando cumplimiento a un aspecto de la Constitución. De acuerdo a nuestro sistema político, el Jefe de Estado es Evo Morales y el Jefe de Gobierno es Álvaro García Linera. Antes, el Vicepresidente era la quinta rueda del carro, era una especie de suplente en la sombra, ahora la Constitución le da muchas perrogativas, entre ellas lo convierte en Jefe de Gobierno, en una especie de Primer Ministro. Entonces, por un lado, se lo aleja al Presidente Morales para evitar que pierda popularidad y cumpla funciones de Jefe de Estado, funciones protocolares buscando liderazgo y protagonismo continental, por el otro lado, el Vicepresidente asume las tareas de verdadero Jefe de Gobierno en una lógica de verdadero Presidente. El Vicepresidente tiene tiene una imagen pública de ser un hombre firme, de ser un hombre que aplica la norma, utilizando sus mismas palabras, siendo implacable”.
Carlos Cordero / Analista Político
“Evidentemente, el Presidente se encuentra de hecho blindado a los conflictos sociales; es decir que los sectores sociales que tienen conflicto con el Gobierno muchas veces critican y demandan al Gobierno, pero en la figura de los ministros o de otras autoridades, es rara vez que se puede percibir, no existe casi, un cuestionamiento al Presidente, siempre se tiende a responsabilizar a sus ministros o a sus funcionarios de sus errores de malas políticas gubernamentales. Este blindaje a la figura del Presidente para que no se desgaste y siga funcionando como el eje articulador del Gobierno y de la sociedad podría tener sentido (también cuando) en los momentos críticos Evo Morales no está presente. Pero más allá de esto, es una lógica con la que funciona el Gobierno, de preservación de la imagen del Presidente y el aislamiento de las críticas de la sociedad. (En ese marco) el rol del Vicepresidente de la República (que queda a cargo de los conflictos) ha cambiado en la gestión de Evo Morales y esto por el protagonismo que tiene la persona, más allá de cómo están establecidas las atribuciones del Vicepresidente en la Constitución. En el Gobierno actual, verdaderamente, hay una suerte de liderazgo intelectual que proviene desde la Vicepresidencia y que se puede notar en estas gestiones de Morales”.
María Teresa Zegada / Analista política (Texto de La Prensa. Título nuestro)