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jueves, 7 de octubre de 2010

para evitar el final que tuvieron dos dictadores Leónidas Trujillo y Manuel Estrada de Dominicana y Guatemala recomendamos lecturas

Sobre La Fiesta del Chivo y El Señor Presidente

Mauricio Aira

Había escogido el título de este artículo y escrito las ideas matrices horas antes al anuncio por la Academia Sueca de la elección de Mario Vargas Llosa como Nobel 2010 de Literatura,que caía como anillo al dedo para referirme a su mastodóntica novela leída tiempo ha que cobra actualidad por el refinamiento con que está actuando la embrionaria dictadura en Bolivia. Retrata el libro el asesinato del caudillo R.Leónidas Trujillo por sus antiguos colaboradores y un grupo de seminaristas que toman parte en la planificación y ejecución del asesinato como una forma “patriótica y heroica de librar a la Nación de su más feroz opresor”.

El libro es un deleite y aunque el autor testimonia que no hace historia sino literatura deja escapar valiosos detalles que ha venido complementando con varios de sus artículos referidos a los personajes reales que fueron parte del aparato opresor en la República Dominicana donde tiene lugar el apogeo de la dictadura por los años 50. El poder dictatorial está reflejado con lujo de detalle, los efectos psicológicos en los ciudadanos de un régimen de poder y corrupción, su relación con el machismo y la perversión sexual, con el ejemplo vívido de Urania Cabral que siendo virgen fue sacrificada por su padre para conservar las dádivas del oficialismo y ofreció a su hija al caudillo como regalo de cumpleaños. Consumada la desvirginación la niña-joven sale del país y regresa tiempo después para formar parte de la conspiración que asesinará a Trujillo cuya última jornada es descrita por Mario Vargas hora tras hora, en una armadura literaria sutil y filigranada.

Llama la atención el cuidado y la pasión mística que ponen los seminaristas en consumar el crimen convencidos de librar a República Dominica del más cruel, pérfido, refinado, demagogo dictador que lo sacrificaba todo con tal de mantenerse en el poder con apoyo de gobiernos poderosos a los que mantenía cegados por su propaganda y falsía. Es la obra un intento de mantener viva la memoria sobre las atrocidades de la dictadura, para que nadie olvide. (El Nobel le ha sido conferido a Vargas Llosa por su novela La Ciudad y los Perros, reconociéndole su manera de las estructuras del poder)

Otro Nobel de Literatura Miguel Ángel Asturias había escrito El Señor Presidente, narración acerca de la denigrante dictadura del sanguinario Presidente guatemalteco Manuel Estrada Cabrera con personajes de ficción sobre hechos reales de la política centroamericana y el drama vivido por sus personajes Pelele, Cara de Ángel y el General Eusebio Canales opuesto al dictador y a quién se atribuye la muerte de un pordiosero con tal de meterlo en la cárcel, a sabiendas que el asesinato había sido cometido por la policía, aunque el dictador y sus secuaces utilizaron toda la maquinaria legal para deshacerse del opositor, “ya que Estrada Cabrera no estaba interesado en imponer justicia, sino tan sólo en mantenerse en el poder a como dé lugar”. La novela del gran literato centroamericano se lee pronto, descubriéndose la trama de una tragedia humana colosal en medio de las intrigas del poder, del ejercicio judicial y policías de Estrada Cabrera para liquidar a todos aquellos que podían ser sus rivales en la búsqueda del poder político.

Ambas novelas de autores galardonados en Suecia, en época muy próxima la una de la otra de regímenes autoritarios acusados de torturar, asesinar a la clase media y campesina y que retuvieron el poder alrededor de dos decenios, tienen por ámbito la isla y la nación caribeña. Sus protagonistas son católicos romanos aunque antagónicos a la jerarquía eclesial.

En ambas producciones relucen la venganza contra los enemigos políticos, la injusticia por las tiranías como temas principales y especialmente la retención del poder político y real, con personajes que encarnan al amor, la muerte, el odio, la corrupción y el miedo especialmente éste último insuflado por el aparato represivo y los medios de comunicación que controlan a su arbitrio.!Cuánto parecido con la realidad actual que sufre el pueblo de Bolivia!

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