Evo y los masistas lo prefieren de aliado y no de enemigo, no tanto por el arrastre electoral que pueda tener sino porque no tiene pelos en la lengua y, además, conoce muy bien cual es la mentalidad dominante y como se manejan las cosas dentro del partido gobernante a partir de la estrecha relación que tuvo con el vicepresidente Alvaro García Linera, cuando ambos eran parte del grupo terrorista EGTK.
En varios programas informativos, el “Mallku” soltó una versión que ya era motivo de comentarios en voz baja en diferentes niveles políticos. Dijo que los sobres-bomba que afectaron a la esposa del dirigente del Conalcam, Fidel Surco provinieron del mismo palacio de Gobierno y que sería el mismo Evo Morales el promotor de esta acción terrorista.
Quispe sustentó su afirmación indicando que Evo no tolera que nadie pretenda hacerle sombra ni despacharse con muchas exigencias, y al parecer Surco no estaba midiendo con cuidado el terreno que pisaba y se quiso pasar de listo lo que ocasionó que le enviaran esa “advertencia” que lamentablemente ha dejado graves secuelas en la señora Arminda Colque, que finalmente no tiene culpa de ser esposa del arribista dirigente.
El “Mallku” sostuvo que otro que iba por el mismo camino fue Santos Ramírez quien había acumulado mucho poder, político y económico dentro del MAS y en cierto momento tuvo la ocurrencia de hacérselo notar a Evo con las consecuencias que son conocidas, aunque él haya colaborado con mucho empeño en meter la uña en YPFB y caer en la cama tendida.
Es vox populi de que Santos Ramírez no hubiera podido actuar solo para realizar semejante negociado que, entre otras cosas no fue el único, además de que sus ramificaciones resultan todavía muy oscuras y existe la inconfesada intención de mantenerlas en esa situación.
El “Mallku” fue contundente y claro al afirmar que Santos Ramírez actuaba por encargo de Evo y juntaba recursos para el MAS pero cuando se quiso desmarcar y hacer valer su poder, el presidente y su entorno actuaron prestamente y ayudaron, un asesinato mediante, a hacer escandalosamente público el millonario negociado cuyos alcances no han sido esclarecidos y al parecer no existe mucha voluntad de hacerlo, dado que la “justicia paceña” está más ocupada en perseguir a dirigentes cívicos y opositores marcados por el gobierno.
La denuncia de Quispe no es para tomar a la ligera, ya que revela el uso de mecanismos nada limpios para controlar a los propios miembros del partido gobernante y nos dan también la medida de lo que pueden esperar los opositores. Además a las declaraciones del “mallku” se suman las del propio Román Loaysa, uno de los fundadores del MAS y ahora alejado del gobierno. Loaysa dijo que Evo desde que era dirigente cocalero se las arregló para “deshacerse” de sus competidores y que esta acostumbrado a manejar y concentrar todo el poder para “el solito”.
Al parecer los cerebros que organizan los planes “terroristas” siguen trabajando sin descanso, a pesar del naufragio de la tramoya armada con el caso Rosza y el separatismo, ahora lanzaron otros globitos de ensayo con el asunto de los sobres-bomba que resultaron dañando a gente inocente y a policías que solo cumplían su labor.
En este último caso resulta sintomático que luego de atribuir como siempre a la “derecha”, a los “separatistas”, la autoría del atentado contra la esposa de un dirigente masista y contra la oficina de una empresa constructora, las autoridades gubernamentales sutilmente marginaron el asunto y también llama la atención la “reserva por razones de seguridad nacional” con que se manejan policías y fiscales que se niegan a dar a conocer el resultado del informe entregado al Ministerio Público, lo que no ocurre por ejemplo con el caso Rosza.
No es ser mal pensados pero aparentemente el atentado con los sobres-bomba ya cumplió su objetivo, Surco que pretendía la primera Senaturia por La Paz fue reubicado mientras está en EEUU y otra ocupa su lugar. (está en www.ernestrojustiniano.org y firmado por ZOE)
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