Por Miguel Ángel Cárdenas
No llega todavía al nivel del ex presidente estadounidense George W. Bush ni a sus incontables sandeces, pero si Juan Evo Morales Ayma continúa por esta senda, pronto será tan recordado por sus torpezas conceptuales como lo es su ex colega “imperialista”.
“El pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas. Por eso, cuando los hombres comen esos pollos, tienen desviaciones en su ser como hombres”, declaró el pasado martes en la inauguración de la Primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático, en Bolivia. Ahí mismo también atribuyó al consumo de carnes con hormonas el aumento prematuro del busto en las muchachas y advirtió que en 50 años todo el mundo sería calvo. Finalizó, muy serio, diciendo que la Coca-Cola solo sirve para desatorar inodoros.
Por supuesto se ganó el sarcasmo y las admoniciones de casi todo el planeta. Aquí una recopilación de sus más desopilantes frases y lo que “evo-can”.
INTELIGENCIA Y LEGALIDAD
El 18 de marzo de este año, Morales recomendó a los ejecutivos de la ONU que deberían chacchar hojas de coca “para que sean más inteligentes”.
Y quedó tan descolgado como esta semana. Están probadas las propiedades nutritivas, digestivas, anestésicas, estimulantes y un largo etcétera de la hoja de coca; pero no hay un solo científico que demuestre que aumenta el coeficiente intelectual.
En su carrera alternativa de comentarista científico, Evo también ha conseguido juntar dos rubros académicos aparentemente distintos: la economía y la sismología. Tras el terremoto de febrero en Chile declaró: “Los terremotos son consecuencias de las políticas neoliberales”.
Pero no se puede negar que es consecuente. Sus opiniones contrarias al “imperio de la ley” lo hacen un antiimperialista también de las normas legales: “Cuando algún jurista me dice: “Evo, te estás equivocando jurídicamente, eso que estás haciendo es ilegal”, bueno yo le meto por más que sea ilegal. Después les digo a los abogados: “si es ilegal, legalicen ustedes, para qué han estudiado”” (en un discurso pronunciado en Cochabamba, en el 2008). Su constitucional ética queda reflejada en la declamación de un principio: “Estar sometido a las leyes es perjudicarnos”.
Y hay que apuntar lo que expresó en el 2007 al autócrata iraní, Mahmud Ahmadineyad, quien reprime salvajemente a la oposición de su país. Lo abrazó y halagó: “Compañero revolucionario y hermano”. Porque queda explícito lo que se espera de él como gobernante cuando enfatiza: “Para mí, Fidel Castro es un hombre democrático” (en una entrevista el 2 de febrero del 2006).
GRITO DE GUERRA
Pero no todo es política en su vida. Es sabida su afición por el fútbol, como la vez en que contó: “Cuando era campesino y jugaba con amigos, leía en la prensa que había un dirigente argentino muy famoso llamado Julio Grondona. Para mí era inalcanzable conocer personalmente a ese tipo de personajes pero hoy estoy feliz porque conocí a Grondona”.
Sus relaciones con las Fuerzas Armadas siempre han sido tensas. En enero de este año pidió que las fuerzas armadas y la policía lo perdonaran porque en su etapa de sindicalista cocalero exigió que se abolieran: “Pido disculpas [porque] en la época sindical en algún momento expresé que parecía ser que están por demás la policía y las fuerzas armadas; claro, yo he sido víctima personalmente [de ambas]”.
Sin embargo, este 22 de abril se produjo un desplante curioso que no fue muy difundido por los medios. Llegó el presidente venezolano, Hugo Chávez, a La Paz y en el mismo terminal aéreo pasó revista a la guardia presidencial y gritó con sus pulmones bolivarianos: “Patria o muerte”. Pero no obtuvo como respuesta el establecido “venceremos”.
Fue una pequeña rebeldía del Ejército boliviano contra la orden de Morales de pronunciar esa proclama en cada acto oficial. Aún no se sabe qué dirá sobre este desaire…
FIJACIÓN CON EL PERÚ
Sus pullas contra el presidente peruano Alan García el año pasado lo acercaron a su mentor Chávez, quien insulta a mansalva y difunde el “estilo grotesco” en la diplomacia mundial.
En julio del 2008 dijo: “Ahora lo veo muy gordo y poco antiimperialista”. Y al finalizar el año pasado “corroboró” que “mi gran amigo” García es “el niño mimado de los gringos”.
Pero también tuvo desencuentros con nuestro anterior presidente. Ya el 8 de mayo del 2006 había calificado a Toledo de “hermano mayor traidor” de los indígenas por promover un TLC con EE.UU. Y seis días después, tras una cumbre presidencial en Viena, tronó: “No tengo ningún acercamiento con Toledo. El saludo fue parte de una payasada que hacen algunos presidentes”.
Su fijación con el Perú quedó en evidencia cuando ocurrió la matanza de Bagua y se hizo pública una carta suya a los dirigentes indígenas con su sentir como “indio rebelde”: “Nuestra lucha no termina, de la resistencia pasamos a la rebelión y de la rebelión a la revolución, este es el momento de la segunda y definitiva independencia”.
Y llegó hasta la frivolidad cuando una miss Perú se puso un traje de la diablada puneña, el año pasado. Luego de exabruptos nacionalistas quiso ser gracioso: “Saludamos a la Miss Perú que usa la vestimenta, pero no pueden adueñarse. Yo preferiría invitar a esa Miss Perú al carnaval de Oruro a ver la diablada conmigo y después quiero invitarla a la casa del diablo”. ¿Algún día dirá que el chauvinismo te hace menos “desviado” o te protege de la calvicie?.
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