Por su absoluta falta de respeto al pueblo boliviano al que obliga a cumplir sus designios contra toda ley, porque ordena "meterle nomás" sin importarle nada más que su "omnímoda voluntad". Gracias a Evo el contrabando de vehículos, ropa usada y todo lo demás está ingresando sin pudor para colmatar los mercados informales aplastando una vez más a los importadores legales que pagan impuestos e ingresan mercaderías con todas las de la Ley.
Gracias al gobernante originario la tradicional producción agrícola ha descendido al punto que los bananos, la piña, el palmito, la pimienta y los cientos de frutales diversos han cedido paso a la producción de coca de la que se elabora la cocaína que está enriqueciendo a los ya poderosos cocaleros al elevado precio de envenenar no sólo a la juventud de Europa y naciones del norte, sino a la propia juventud boliviana primera víctima natural de la superproducción de narcotráfico que se comercializa en las grandes ciudades del eje central, en sitios de diversión nocturna y hasta en centros de enseñanza, nunca como ahora cubiertos de cocaína.
La tradicional producción de café, de cacao en las ubérrimas regiones de Yungas y El Chapare ha desaparecido, en cambio se siembra y cosecha la hoja de coca para la fabricación de la mortífera droga. Hemos oído voces que aplauden el florecimiento de una economía que se traduce momentáneamente en abundancia de circulante, lo que ha permitido que los precios se eleven por las nubes, especialmente de los alimentos que se han triplicado, baste para ello ver la lista de precios de cualquier restaurante donde una ensalada llega a costar hasta 30 bolivianos.
Gracias a Evo poblaciones íntegras de ciudades como Epizana y otras del altiplano han conformado grupos paramilitares donde no existe la ley, el narcotráfico se campea y que han sido escenario de linchamiento y violencia inaudita. La prensa independiente que fiel a su misión se ha propuesto informar acerca de éstos sucesos ha sido igualmente víctima de atropellos inauditos que han sido denunciados ante organismos internacionales.
Gracias a Evo, a los petrodólares, a la inteligencia cubana, al colosal montaje propagandístico del MAS, los grandes yerros de su administración son minimizados y sepultados en el olvido, se imponen mentiras como verdades, engaños, corrupción y fraude por la fuerza contundente de policías y soldados vencidos por las prebendas y los talegazos que han dejado de ser noticia, se han convertido en el pan de cada día.
Gracias a Evo, algunos focos de resistencia han sido vencidos, sus líderes atemorizados y chantajeados, o simplemente comprados y se han convertido en comodines u opositores aparentes. Es posible que hasta Los Caballeros del Oriente hubiesen convenido en aceptar al MAS a cambio de granjerías y ciertas garantías.
Tenemos que agradecer a Evo por hacer del narcotráfico el colchón financiero de la economía boliviana con el ingreso de dos mil millones de dólares informales que no ofrecen factura, no se asientan en la contabilidad, no aparecen en los bancos, simplemente circulan de mano en mano e inundan de "verdes" a toda la nación.
En resumen gracias a Evo por el contrabando, el narcotráfico, la violación de la propiedad privada, por desmontar la institucionalidad, multiplicar la corrupción. Después de esto los hombres y mujeres libres y pensantes no podrán votar por quien figurará para siempre jamás, como el destructor de la República de Bolivia.
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