Las colas que se estaban instituyendo, aspirando a ser aceptadas como parte de la economía planificada que se plantea como eje de la refundación del Estado, han sido ocasionalmente dispersadas por la "operación puño de hierro", que está controlando el flujo de los conbustibles que es ahora parte de las funciones de la nacionalizada YPFB.
Decimos que esto es provisorio, porque el proyecto de constitución del MAS, constitucionalizará sin duda no sólo los nuevos empoderamientos sino las prácticas de corruptela que gracias a los nuevos actores políticos se están instituyendo en consecuencia, y las que incluyen una propensión a los bienes escasos sin explicaciones claras, situación a la que subyace la ineficiencia de funcionarios públicos puestos a dedo dentro de un proyecto de gobierno que para realizar el empoderamiento de un grupo social sobre otro, reniega de la meritocracia, pasa por alto la formación profesional y pone en lugares estratégicos a personas que no tienen los conocimientos técnicos, teniendo como único mérito los favores que les son devueltos por servicios prestados al partido.
Los bienes escasos son el paso previo al mercado negro que siempre se instituye como si se tratara de una consecuencia lógica o de un apéndice de las economías planificadas y furiosamente centralizadas como va en camino a ser la boliviana.
También tiene la culpa de esta situación una oposición que ha tenido actuaciones raquíticas, salvo algunos congresistas jóvenes que siguen luchando, denunciando, sin que los apoyen o les ayuden en absoluto sus estructuras partidarias.
La corrupción institucionalizada, sigue siendo uno de los factores que más peso tiene en la crisis terminal del Estado boliviano, que pretende subsanar sus problemáticas sólo por medio de acciones políticas demagógicas y populistas, dejando de lado la eficiencia y el tratamiento adecuado y racional de los temas económicos y productivos.
Para muestra de lo que se nos viene tenemos lo que ocurre ya con los combustibles, el gas y el plan de viviendas sociales que nos muestra que lo que no termina en cola acaba en un culebrón de negociados al interior del gobierno y de corrupción y estafa, denuncias de la que no se ha librado ni la misma viceministra anticorrupción, mostrándonos a la presente gestión con mayores índices de corrupción que el pasado neoliberal. Agrava esta situación el hecho de que el mismo Presidente aunque no le ha quedado más que admitir que existe corrupción, no ha tomado acciones pertinentes y de esclarecimiento de los casos que ya son públicos e inocultables.
La nacionalizada YPFB, aunque ha tratado de ocultar la corrupción interna planteando que han cometido "el error" de no haber planificado adecuadamente ni haber hecho las inversiones necesarias, y el mismo presidente Morales ha tratado de amortiguar el golpe con la declaración de que "los corruptos son los de abajo y se va a hacer una limpieza pero por supuesto que defendiendo y excluyendo de todo cargo y sospecha a Santos Ramírez, Aruquipa y Saul Ávalos", máximos ejecutivos de la institución; situación muy controvertida porque no se puede admitir que el contrabando de combustibles pase desapercibido a la cúpula de jefes que administran y dirigen la organización estatal encargada de la produccion , transporte y comercialización de carburantes.
Desde que se instituyó la operación policial y militar "puño de hierro" la escasez de carburantes ha disminuido drásticamente, sin llegar a eliminar la racionalización como sería lo adecuado.
Esto se constituye en la prueba irrefutable de que el combustible escasea porque el contrabando trae grandes réditos a los del partido que están en pleno apogeo del trafico ilegal de combustible al exterior y que al interior del país cuentan con una red de revendedores donde según denuncias de los agropecuarios el diesel se puede comprar con holgura pero al doble de su precio.
Pero en este ritmo de reggaeton en el que parece haber entrado el Gobierno, sabemos que este apenas acaba de prender sus motores y que desgraciadamente el mismo presidente Morales privilegia tener secuaces a funcionarios de valía y que los cambios profundamente radicales que pretende hacer en el país, no le permiten hacer un alto en el camino por miedo a tener que renunciar a sus propias aspiraciones de acumulación de poder.
El nuevo paradigma es nacionalizar, estatizar, centralizar y la nueva consecuencia de este paradigmático paradigma es usar, abusar, derrochar los bienes del Estado, mientras los indicadores de desarrollo humano y social están retrocediendo a límites que pueden ser imprevisibles y galopantes para una ciudadanía postergada, anulada en sus demandas y a la que se le pretende imponer un libreto rojo rojito de supuestas reivindicaciones socio económicas y políticas.
"Que se preparen q lo q viene es pa q le den, (...)" dice Daddy Yankee en su reggaeton/ "Mamita yo se que tu no te me va´ a quitar (....!)"/ Lo que me gusta es q tu te dejas llevar (...!!) / La ineficiencia, la inoperancia, la corrupción, la violencia, los negocios turbios, "el puño de hierro" para algunos y los ojos cerrados para otros es parte de la letra y el ritmo de este nuevo reggaeton que se destapa con la gasolina.
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