Cuando la mentira quiere pasar por cierta no disimula su apremio para que la tomen por tal e incluso toma como nombre propio el de "verdad"; este y no otro es el motivo para que la comisión de DDHH de Unasur que dice haber investigado el enfrentamiento ocurrido en Pando haya adoptado el nombre de "Comisión de la Verdad".
Dentro de este tenor el informe de UNASUR, pretende seducir con su canto de sirena, en un esfuerzo por hacer que los ciudadanos bolivianos y la comunidad internacional se confundan y presten oídos a un trabajo encomendado por el artífice y comandante de Unasur, el coronel Hugo Chávez, a Rodolfo Mattarollo y su equipo, respaldados por una entidad anodina, sin valor ni representatividad, que no sea la de servir a los presidentes que han salido del Foro de Sao Paulo y que intentan transformarse en dictadores de sus respectivos países y que en el futuro plantean formar una confederación de regímenes dictatoriales que disfrazados de democracias se reservan la tarea de someter al continente, proyecto que ya está encaminado tal como lo anuncia la constitución venezolana (art 153) y el proyecto de constitución Masista (art 265), las que también apuntan a que sus países cedan soberanía para permitir la injerencia de unos gobiernos sobre otros, lo que en el fondo garantiza el dominio y hegemonía de Hugo Chávez sobre la región.
El intento de injerencia del citado organismo --UNASUR-- es tal que se ha atrevido a pretender que su comisión unilateral, absoluta e impúdicamente parcializada se convierta en la palabra consagrada para dar un veredicto sobre los infortunados sucesos de Pando, donde una veintena de personas perdieron la vida en circunstancias todavía no esclarecidas en justicia y en la que hubo una clara participación del gobierno, que a través del ministro de la presidencia provocó el enfrentamiento con claras intenciones que responden a un plan de toma y militarización de este departamento.
Hay que ser muy interesado y para nada apegado a la noble tarea de encontrar un discernimiento en los hechos para decir que lo que ocurrió en Pando fue unilateralmente cometido por los cívicos y habitantes de la región, quienes respondieron a un hostigamiento.
Pero las cosas no terminan en este punto porque en una franca intromisión a fin de favorecer al gobierno de Evo Morales, Unasur a la cabeza de su presidenta pro tempore la pediatra Michelle Bachelet han adelantado que el informe obtenido "consolida el Estado Derecho en Bolivia y en toda la región".
Lo que esta cofradía no dice es que ellos confunden Estado de Derecho con Derechos que se otorga el Estado en acciones de militarización y medidas de excepción, persecuciones, apresamiento ilegales, secuestros y todo tipo de violencia y atropellos perpetrados contra sus opositores.
La chilena Bachelet planteó además que "el informe constituye una importante contribución de la Unasur al derecho, a la justicia y a la superación de la impunidad en la región". Y aquí tenemos que prestar especial oído al termino "impunidad" porque Unasur pretende convertirse en el canto de sirena que levante una cortina de humo sobre los atropellos que algunos de sus gobiernos ya están cometiendo para criminalizar a los opositores y encarcelarlos a fin de gozar de impunidad ellos mismos respaldados por las distorsionadas conclusiones de sus informes.
Debemos señalar también que el informe será abierto al mismo tiempo que ha aparecido un video que extrañamente el gobierno boliviano se tomó su tiempo para publicitarlo y que pretende convertirlo en una supuesta prueba que apoye el encarcelamiento de opositores que se han defendido de un ataque y que no han tenido el trato justo de una comisión imparcial y equilibrada.
La complicidad de Bachelet llega a tanto que se ha animado a avalar "recomendaciones" al presidente Morales. Imaginen que el informe traerá incluso "recomendaciones para la lucha contra la impunidad", según explicó Mattarollo, que en el colmo de su inclinación expresó que su informe "contiene recomendaciones sobre la reforma de la administración de Justicia", confirmando que "efectivamente trae toda una vertiente que se refiere al refuerzo institucional".
Con esto Mattarollo y la Bachelet pretenden hacerse los del otro viernes acerca de la desintitucionalizacion y el atropello a la justicia que está realizando en Bolivia el gobierno de Evo Morales.
Chile debería tomar en serio la intencionalidad que tiene su presidenta, en la medida que fungiendo como presidenta pro tempore de Unasur contribuye a la distorción del trabajo que concierne hacer a una comisión de DDHH.(autoría de centa reck que no se puede ignorar)
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