Escuchar a Chávez es muy diferente que escuchar a Evo, el Presidente venezolano el sátrapa venezolano es hábil comunicador dotado de histrionismo nunca visto en un gobernante sudamericano, lo mismo puede estar realizando explicaciones técnicas sobre el lanzamiento de un misil que estar cantando a trío un “joropo” (música típica de dicho país), comentar anécdotas de Bolívar desconocidas (señalan que cuenta con un equipo de historiadores que documentan permanentemente a Chávez sobre la vida del libertador de cinco naciones), hace pocos días escuché a Chávez convencer que en las últimas elecciones de gobernadores ganó y que la oposición perdió, su alegato duró seis horas y en ningún momento hizo uso de papel, ni vagabundeó ideas ni reiteraciones odiosas, a pesar de las diferencias conceptuales que pueden existir desde mi óptica frente a Chávez no puedo dejar de señalar que inclusive a escondidas siempre me robo un espacio para escucharlo, lo que definitivamente no puedo es mantener al Presidente Morales en sus ya conocidos lamentos y sermones con los que cimienta sus discursos carentes de contenido, de objetividad, de razón y lógica son en síntesis grabaciones de un chip deformado que en su disco duro (cerebro) que repite sin pruebas, sin fundamento, sin argumentos; sólo con la finalidad de hacer un discurso demagógico condimentado con una furia acumulada por no haber superado su condición de pobreza que se transforma en un resentimiento de clase, lo que hace insufrible poder escuchar los discursos del Presidente.
A pesar que Evo Morales pretende ilusamente parodiar a Chávez y lo hace con resultados catastróficos como lo sucedido ayer en Palacio con el incidente de la vergüenza y la ignominia, quiso hacer lo que hizo Chávez con Patricia Janiot de CNN de llamarle la atención por una nota que emitió CNN quien según Chávez estaba fuera de contexto, Chávez eludió avergonzar a la periodista colombiana y responsabilizó del hecho a la cadena norteamericana y retó a la periodista con un: “Si te dejan Patricia” a realizar la aclaración que exigía el gobernante venezolano.
Lo sucedido ayer en el Palacio, no avergonzó una molécula de la dignidad del periodista ni la del medio de comunicación, el único avergonzado es el Palacio de Gobierno y su inquilino que sin darse cuenta se infringieron un daño a la credibilidad, a la moral o dignidad que aún existía en la conducta del Presidente, la dependencia del Presidente a su ministro Quintana llega a extremos insospechables de cargar sobre sus espaldas la acusación de inmoralidades, el Presidente debió echarlo antes de enlodar su Gobierno, es más si existiera la lealtad del ministro Quintana hacia el Presidente él mismo debería alejarse de Palacio para evitar justamente lo que hoy está sucediendo que el Presidente Evo sea el centro de las miradas sospechosas, lo cual en un jefe de Estado pone en peligro la integridad de la nación íntegra.
Qué hacer de hoy en adelante, cuál es el papel de los medios de comunicación, la relación de los periodistas con el Presidente, la persecución y violencia practicada por los seguidores del MAS hacia los periodistas; para empezar hacer cualquier respuesta hacia las esferas del poder autoritario que hoy se ejerce desde ese Palacio Quemado no sólo con las llamas de fuego sino de la brutalidad del poder con un humilde servidor de la verdad (Rafael Ramírez), los periodistas deben empezar a respetarse ellos mismos para poder exigir este respeto de los demás y es asumir con responsabilidad el silenciar por 10 días de cubrir los discursos y las imágenes, fotografías y la voz del Presidente, que no es lo mismo que vetar los actos del Estado, podríamos cubrir todo sin mencionarlo ni mostrarlo y eso para él por lo que lo conocemos nos imaginamos como sufriría por el síndrome de la abstinencia si es que su afán de figuración es anulada, yo me pongo en la lista si es que esta idea llega a tener fruto. http://www.elmundo.com.bo/Editorialnew.asp?edicion=11/12/2008
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