Vistas de página en total

miércoles, 17 de septiembre de 2008

nuestro editor razona hoy a propósito de los acuerdos de paz en bolivia

El incomparable tesoro de la Paz
Mauricio Aira

La proximidad de lograr un gran acuerdo nacional que nos conduzca a un clima de paz y de entendimiento imprescindibles para alcanzar el desarrollo, nos lleva de la mano a formular partiendo de los escritos papales, algunas ideas ya que una paz duradera no es el resultado de un equilibrio de derechos. La paz no es tanto el fruto de la victoria del fuerte sobre el débil, sino –en cada pueblo y entre los pueblos- es el fruto de la victoria de la justicia sobre los priivilegios injustos, de la libertad sobre la tiranía, de la verdad sobre la mentira, del desarrollo sobre el hambre, la miseria o la humillación.

En el escudo de armas de la ciudad Santa María de La Paz de México existe un lema “la paz nos conduce al éxito” que siendo la palabra respetable de valor universal vale también en los tiempos de globalización y de intereses particulares donde la vía de los logros de aquel municipio ha sido pacífica e inteligente. Partiendo de la premisa se obtuvo la unidad que les permite trabajar con esfuerzo y perseverancia para alcanzar metas y la libertad que culmina en el éxito elemento cimero colocado en la parte alta de su escudo con “la flor de liz” que representa la unión y la fraternidad más allá de credos, razas, o clases sociales de ser blancos o mestizos.

La paz es un bien inapreciable, la máxima victoria de hombres y naciones, el clamor de todos los pueblos de la tierra y para alcanzarla ningún esfuerzo, ningún renunciamiento debe escatimarse. Tiene que existir generosidad en unos y otros conciente de que nuestra existencia no está concebida para la guerra y la muerte, sino para la creatividad y la armonía no para la violencia ni la destruccion.

Notable que desde Caracas, Simón Bolivar el 30 de junio de 1821 escribía “la paz más gloriosa que la victoria, debe ponernos en posesión de las plazas y de los corazones de vuestros enemigos...” días después le escribe a su adversario vencido general La Torre: “quisiera anticipar a éste país los dulces bienes de la deseada paz...yo tendría la más grata satisfacción en tratarlo con ustedes. Es justo que cesen los males...es justo que nos apresuremos estancar la sangre de nuestras nuevas y dolorosas heridas, y es muy conforme a nuestros sentimientos comunes que nos preparemos a recibir el bien inapreciable de la paz, deponiendo el aparato hostil y mirándonos desde ahora como amigos eternos”

Los nueve puntos de la Declaración de la Moneda son una incitación a obtener la paz en Bolivia, es decir dejar de lado la beligerancia y trabajar en pos de acuerdos perdurables y serios y una condenación de los intentos de ingerencia en los negocios del Estado de Bolivia que vale igual para Estados Unidos, Venezuela u otro que lo intentare. Es de solidaridad con un régimen democrático en el supuesto de conservar esta condición que no es eterna ni prenda de garantía por sí sóla preservando sus valores institucionales según su Carta Magna. “Independientemente de consideraciones ideológicas...es imprescindible que Morales asuma como queda claro, la fuente de ése apoyo o sea la legalidad democrática. Cualquier paso que dé fuera de ese marco, lo privará de lo que ahora es su principal fortaleza” (L.T.17.09.2008)

Se puede enender que haya quienes no creen en la paz. Los hay de muy diversos matices, incluyendo en ellos a quienes el día que comenzaba el cese al fuego degollaron cuatro palomas y las pusieron en lo alto “la paz nació muerta”. Quienes mataron las palomas para significar la muerte sangrienta de la paz, pueden haber sido extremistas (refiere el refranero) que quieren a toda costa la represión que sólo produce rencores y venganzas insaciables.
Para que los “guerristas” no tengan éxito se necesita una dosis de abnegación que apoye la elección por la paz, una paz viva que a pesar de su aparente fragilidad, sostenida por instituciones como la Iglesia le dé permanencia, se haga fuerte y se imponga a los extremos.

Los sectores encontrados que en horas más darán inicio al largo proceso de paz, tendrán abiertos ante sí las alamedas de la lucha democrática, el debate, la investigación, la búsqueda del bien común y para lograr frutos que ni la sangre, la tierra arrasada o el fuego lo habrían hecho. Es el consenso que marcará loa avances de nuestra Patria, porque los bolivianos somos capaces de lograr la equidad social, el orden económico frente a los que asaltan poblados, secuestran, roban y matan. No se puede olvidar la generosidad del perdón cristiano para escribir borrón y cuenta nueva. “Eliminar el término -enemigo, indio u oligarca- ...para abrir el cofre del más inapreciable de todos los tesoros que es la paz” (T.Borge 1998)

No hay comentarios: